miércoles, 26 de marzo de 2008

El milagro chino - Empleo casi no hay, pero trabajo hay en p...-


En diciembre de 1978, mientras los nicaragüenses nos preparábamos para derrocar a la dictadura somocista, la revolución cubana era el espejo de muchos sueños y la izquierda latinoamericana, desde la clandestinidad, promovía el marxismo-leninismo, en la China comunista también clandestinamente, 18 emprendedores agrícolas sembraban la semilla de lo que años más tarde se conocería como capitalismo de rasgos chinos. Fue en la provincia de Anhui donde un grupo de habitantes de la aldea Xiaogang, cansados de las hambrunas que pasaban sus familias, muy al estilo de los tres mosqueteros, hicieron el siguiente pacto: uno para todos y todos para uno. Si por desobedecer las normas productivas establecidas por el Partido y el Estado alguno de ellos era encarcelado y castigado, los demás miembros se harían cargo de la manutención y el cuidado de su familia. Jamás sospecharon esos mosqueteros de la agricultura, que tal acuerdo firmado con sus huellas dactilares abriría una histórica rendija en las gigantescas compuertas del sistema de producción estatal y colectivo que regía la economía china. En aquella época la tierra se cultivaba colectivamente y el Estado establecía las cuotas de producción para cada aldea, y según el investigador Ted Fischman, la población rural de China era de las más pobres del mundo, los ingresos de un agricultor, haciendo las equivalencias actuales, eran de dos y medio dólares anuales. ¡Increíble! Claro, el Estado se ocupaba de cubrir las necesidades básicas de la población, pero los nicaragüenses sabemos muy bien que por mayor voluntad que se tenga, si no hay riqueza que distribuir, lo que se distribuye es pobreza y miseria. Aquellos 18, emprendedores, decidieron parcelar clandestinamente las tierras que el Estado les había asignado de forma colectiva y continuar trabajando en equipo, pero cada cual sería responsable de la productividad de su parcela. Fue una especie de cooperativismo empresarial bajo el principio de objetivos compartidos con responsabilidad individual.La producción y la productividad se incrementaron de inmediato. En pocos meses se consiguió lo que la burocracia estatal no había logrado en casi treinta años. Hay que recordar que China tomó el sendero del comunismo en 1949, liderada por Mao Tse Tung.Como era de esperarse, el resto de la aldea, al conocer las bondades de aquel experimento, decidió adoptar ese modelo, prohibido legalmente, pero permisible mediante halagos y sobornos a las autoridades locales.


Rompiendo paradigmas


Deng Xiaoping, por ese tiempo máximo líder de esa hipernación, al conocer los excelentes resultados de aquellos emprendedores que violentaban lo establecido, pero que resolvían en la práctica lo que desde los escalones de la burocracia era casi imposible, no dudó en reconocer dicho logro, y en 1980 oficializó lo que después se conocería como Sistema de responsabilidad familiar. Un sistema basado en contratos de responsabilidades y beneficios vinculados a la producción. Nada del otro mundo, si lo vemos con los ojos del observador occidental moderno. Se trataba de un simple acuerdo de comisiones. Tal como lo puede experimentar un vendedor profesional: gano más, tanto más vendo. ¡Simple!Pero tal decisión, en aquellos momentos históricos, era impensable para muchos líderes de países socialistas, y menos aún en Nicaragua, donde nuestra juventud, inexperiencia, a la que se sumaba una guerra de desgaste, no nos permitía ver más allá de nuestras narices. O tal vez sí, pero veíamos únicamente a aquellos países que nosotros considerábamos, poseían la verdad absoluta. Y China no estaba dentro de esos países. Pero volvamos a la experiencia emprendedora. La dirigencia china quería volver a ser la potencia cultural y económica que siglos atrás había sido. Su autoestima, que nos falta a los nicaragüenses, le reclamaba salir de la penumbra económica. Deng y la dirección china acordaron que no importaba el color del gato, con tal de que cazara ratones. Es decir, no importaba la forma, mientras se superara el empantanamiento en que históricamente había estado la economía China. A partir de ese momento, toda China continental comienza a crecer tal como lo ha hecho, dejando pasmados y boquiabiertos a los mejores economistas, analistas y futurólogos del mundo. Creo que se contarían con los dedos de una mano los analistas que 40 años atrás sospecharon lo que sería la China del siglo XXI.


La multiplicación del ejemplo


“Hoy en día, el documento que firmaron aquellos primeros dieciocho agricultores se conserva en el Museo de la Revolución China de Pekín”, narra en su libro “China S.A.”, el historiador Fishman. Y es lógico, al cabo de un año, los cincuenta millones de habitantes de la provincia de Anhui trabajaban bajo el Sistema de responsabilidad familiar. Actualmente, las familias de Xiaogang, en su mayoría, tienen sus casas de dos plantas, un tractor, automóvil y otras comodidades.Pero además, el gobierno chino desde aquella histórica decisión, no ha dejado de fomentar por los medios de comunicación el orgullo y autoestima de su nación. Castigando también duramente la corrupción gubernamental, aunque según nos dice Fishman, desde su óptica norteamericana, todavía insuficientemente. La inversión en educación técnica y científica de sus habitantes es otra de las grandes decisiones que sustentan el desarrollo de esa nación que hoy por hoy consume las mayores cantidades de petróleo, cemento, acero y hierro en el mundo; construye la mayor central hidroeléctrica que la humanidad haya conocido y se prepara para las próximas olimpíadas construyendo un estadio futurista con una inversión de 500 millones de dólares, el que brindará asientos a 80,000 personas. También un teatro nacional de 700 millones de dólares.China es un país construido por el esfuerzo y espíritu emprendedor de cada uno de sus habitantes. La primera interrogante de un trabajador no es ¿cuánto pagan?, como preguntan en otros países, incluyendo el nuestro. La interrogante de ellos es, ¿qué hay que hacer? Aquella chispa productiva de 1978 hoy tiene expresiones muy concretas. Por ejemplo, en la rama cuero-calzado seis mil empresas producen anualmente 460 millones de pieles curtidas, cinco mil millones de pares de zapatos y setenta millones de piezas de vestir que exportan a Europa y Estados Unidos. Y lo más interesante es que son bravos a la copia, como diríamos en buen nicaragüense. Ellos compran o copian tecnología. Gato blanco, gato negro...

Vendiendo el mecate con que serán ahorcados


Un amigo, especialista de alto nivel, que trabaja en una empresa de tecnología de punta en los Estados Unidos, me comentaba hace pocos meses, con cierta preocupación, que estaban negociando un multimillonario contrato para vender a China tecnología apenas un escalón menor a la considerada secreta. “Estamos vendiendo el mecate con el que nos van a ahorcar”, me decía, recordando aquella conocida frase de Vladimir Ilich Lenin. ¿Qué pasará en el futuro de China y el mundo? Lo dejo a los especialistas. Lo que sí quiero dejar bien sentado, es que tal como lo expresé en mi libro Éxito emprendedor, las naciones no son ricas o poderosas gracias a la bondad de sus gobiernos, lo son principalmente por el espíritu emprendedor de sus habitantes. Claro, si un gobierno quiere apoyar, lo hará, y eso hará el camino del emprendimiento más fácil. Pero tal apoyo no debe ser una promesa de campaña, como cuando se hablaba del Estado facilitador, que más bien funciona como dificultador. Especialmente si de la actividad emprendedora se trata. ¿Ejemplos? Ponga un taller de mecánica, píntelo y de una imagen de profesionalismo, y verá como de un momento a otro la DGI le quita el régimen de cuota fija y el INSS le exige asegurar hasta el perrito del aprendiz, y así...


China disminuye los impuestos, incentiva al emprendedor que genera un nuevo puesto de trabajo, apoya al grande, pero mucho más al chico. Deng, ¡qué bien que la hiciste!


emprendedores@elnuevodiario.com.ni

miércoles, 12 de marzo de 2008

Alguien, Cualquiera,Nadie y Todos: Una Historia


HAY UN VIEJO CUENTO CON CUATRO PERSONAJES:
TODOS, ALGUIEN, CUALQUIERA Y NADIE
OCURRIO QUE HABIA QUE HACER UN TRABAJO IMPORTANTE Y TODOS SABIAN QUE ALGUIEN LO HARIA.
CUALQUIERA PODRIA HABERLO HECHO PERO NADIE LO HIZO.
ALGUIEN SE ENOJO PORQUE LE HUBIERA CORRESPONDIDO A TODOS.
EL RESULTADO FUE QUE TODOS CREIAN QUE LO HARIA CUALQUIERA Y NADIE SE DIO CUENTA QUE ALGUIEN NO LO HARIA.
COMO TERMINO LA HISTORIA ???.
ALGUIEN REPROCHO A TODOS PORQUE EN REALIDAD NADIE HIZO LO QUE HUBIERA PODIDO HACER CUALQUIERA.